El río que corría negro

El río Cuyahoga en Cleveland, Ohio, estaba tan contaminado que los lugareños bromeaban: "Si te caes, te disolverás antes de ahogarte".
No era una exageración. A mediados del siglo XX, el río ya no era realmente agua: era una sopa resbaladiza y burbujeante de aceite, pintura, lodos industriales y aguas residuales. Los peces no podían vivir en él. Las aves lo evitaban. Y cuando el sol daba justo en el punto justo, brillaba como un arcoíris, no por su belleza, sino por la película aceitosa que cubría su superficie.


El día que un río se incendió

El 22 de junio de 1969 ocurrió algo absurdo.
Una chispa, posiblemente de un tren en marcha, cayó sobre la superficie del agua. En un mundo sensato, nada ocurriría. Pero en el Cuyahoga, el agua misma era inflamable. Las llamas se elevaron cinco pisos.
Sí, un río estaba ardiendo.

El incendio no duró mucho, pero las fotos fueron inmortales. Para muchos estadounidenses, fue el momento en que se dieron cuenta: si nuestros ríos pueden arder, algo ha salido muy, muy mal.


El olor del que no pudiste escapar

La gente que vivía cerca decía que el río tenía un olor que se podía saborear.
Un trabajador de una fábrica recordó: “Llegabas a casa, te duchabas tres veces y seguías oliendo a Cuyahoga”.

¿Lo más extraño? Los habitantes de Cleveland ya se habían acostumbrado. El río en llamas apenas apareció en las noticias locales: era la decimotercera vez que se incendiaba desde 1868. Este solo se hizo famoso porque la revista Time lo recogió.


La ley que nació de las llamas

Esa vergonzosa foto del incendio de Cuyahoga provocó más que solo agua en llamas: desencadenó acciones políticas. La indignación pública condujo a la Ley de Agua Limpia de 1972 y a la creación de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) .
Se invirtieron miles de millones de dólares en la limpieza de ríos en todo el país. Hoy, el río Cuyahoga es un caso de éxito: los peces han regresado, la gente practica kayak en él y está más limpio que en más de un siglo.


Un giro divertido

Aquí está la parte irónica: ¿la famosa foto de Cuyahoga en llamas?
No era de 1969. La imagen que usó la revista Time era de un incendio mucho peor de 1952, pero no importó. La gente estaba tan horrorizada que exigió un cambio de todos modos.

A veces, hace falta una historia dramática, incluso una contada un poco fuera de orden, para despertar a la gente.


De la tragedia local a la lección global

El Cuyahoga es sólo un río, pero su historia resuena en todo el mundo.
Desde el Ganges en la India, donde millones de personas se bañan en aguas que transportan desechos industriales, hasta la laguna del Mar Menor en España, donde los fertilizantes convirtieron un paraíso turquesa en una sopa verde, seguimos olvidando que cada gota de agua está conectada .

Cuando envenenamos los ríos, nos envenenamos a nosotros mismos.

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