El río que se incendió #2
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Si se supone que el agua apaga el fuego, ¿cómo puede arder un río?
Eso es exactamente lo que le ocurrió al río Cuyahoga en Cleveland, Ohio, varias veces durante el siglo XX. Pero un incidente en particular, ocurrido en 1969 , hizo historia y, en sentido figurado, encendió el corazón de los ambientalistas.
Un río de petróleo y llamas
A finales de la década de 1960, el Cuyahoga no era tanto un río como un canal de drenaje industrial.
Las fábricas situadas a lo largo de sus orillas vertían en él de todo: petróleo, productos químicos, pintura y virutas de metal.
El agua estaba tan contaminada que no tenía peces, ni vida silvestre, ni oxígeno .
Los lugareños bromeaban diciendo que si te caías, saldrías necesitando una vacuna contra el tétano.
Entonces, una mañana de verano de junio de 1969, las chispas de un tren que pasaba encendieron el petróleo que flotaba en la superficie del río.
El Cuyahoga se incendió.
El incendio que cambió a Estados Unidos
No era la primera vez que el río se quemaba ( antes se había incendiado al menos 13 veces ), pero esta vez los medios de comunicación tomaron nota.
La revista Time publicó un artículo en el que describía el río como “el que rezuma en lugar de fluir”.
Las imágenes del río en llamas conmocionaron a la nación.
Fue una imagen tan poderosa que ayudó a inspirar la creación de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) en 1970 y la Ley de Agua Limpia en 1972.
La belleza irónica de un desastre
Aquí está el giro: no hay fotografías del incendio de 1969.
La ahora famosa fotografía utilizada en las noticias fue en realidad de un incendio que ocurrió en 1952 en el mismo río.
Aun así, el simbolismo era demasiado fuerte como para ignorarlo: un río en llamas se convirtió en un grito de guerra en demanda de agua limpia.
Dónde se encuentra el río hoy
Avanzando rápidamente hasta hoy:
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El Cuyahoga ha sido sometido a esfuerzos masivos de limpieza.
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Los peces y la vida silvestre han regresado.
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En 2019, la organización American Rivers lo nombró “Río del año”.
Ahora es un símbolo de esperanza: prueba de que incluso un río que una vez ardió como una antorcha puede sanar.
Lección de las llamas
El Cuyahoga nos enseña que los desastres ambientales pueden ser puntos de inflexión.
A veces, la gente necesita ver algo tan impactante —un río en llamas— para despertar y actuar.