El lago que explota
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Imagínese estar de pie junto a un lago tranquilo en una tranquila tarde de verano.
El aire está quieto, el agua está cristalina y la vida se siente segura.
Entonces, sin previo aviso, el lago entra en erupción como una botella de gaseosa agitada , enviando una nube invisible y mortal a través de la tierra.
Esto no es ciencia ficción.
Ocurrió —dos veces— en Camerún, África.
Nyos: El asesino silencioso
El lago Nyos se encuentra en lo alto de las colinas volcánicas de Camerún, formado dentro de un antiguo cráter.
Debajo de la tranquila superficie se encuentra una bomba geológica: una enorme bolsa de dióxido de carbono (CO₂) que se ha ido acumulando durante siglos y que se filtra lentamente desde la roca volcánica hacia las profundidades del lago.
La mayoría de los lagos "respiran", mezclando regularmente aguas profundas y someras. Pero Nyos es diferente. Sus aguas profundas permanecen atrapadas y presurizadas, como una botella de champán en un refrigerador.
El 21 de agosto de 1986 , algo —quizás un deslizamiento de tierra— perturbó las aguas profundas.
El CO₂ se liberó de una sola vez.
Una nube enorme e invisible surgió del lago y se extendió por los valles cercanos.
1.746 vidas perdidas en minutos
Como el CO₂ es más pesado que el aire, se acercó al suelo y desplazó al oxígeno.
La gente, sin darse cuenta de lo que estaba sucediendo, simplemente caía inconsciente y moría donde estaba.
Los animales de granja se desplomaron en los campos. Los pájaros cayeron del cielo.
A la mañana siguiente los pueblos estaban en silencio, inquietantemente tranquilos salvo por el grito ocasional de algún superviviente que había estado durmiendo en una ladera lo suficientemente alta para escapar del gas.
La ciencia del desastre
El evento se denominó erupción límnica y fue uno de los desastres naturales más raros de la Tierra. Solo se había confirmado otro caso antes: en 1984, en el cercano lago Monoun, que causó la muerte de 37 personas.
Tras Nyos, los científicos se apresuraron a encontrar una solución. Instalaron tuberías desgasificadoras que expulsan lentamente el CO₂, como si se abriera una botella de refresco, burbuja por burbuja.
Por qué es importante para el planeta
Si bien las erupciones límnicas son raras, muestran cómo los sistemas naturales bajo presión pueden desencadenar eventos catastróficos.
Nos recuerdan que la tierra no es sólo una roca bajo nuestros pies: es un sistema vivo con fuerzas que a menudo subestimamos.